La fotogrametría  se viene empleado desde mediados del siglo pasado para obtener cartografía de grandes áreas del territorio a través de cámaras fotográficas transportadas en aviones.

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​Desde hace unos años ha sufrido una revolución importante debido al desarrollo del software de procesamiento de las imágenes, de las cámaras fotográficas digitales y del uso de sistemas aéreos no tripulados (drones).

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Estas mejoras han supuesto el abaratamiento de esta técnica, principalmente porque ya no es necesario utilizar voluminosas y pesadas cámaras métricas en aeronaves tripuladas.

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​La fotogrametría además contempla la utilización de puntos de apoyo medidos sobre el terreno mediante métodos topográfico-geodésicos.

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Para un trabajo fotogramétrico lo primero que hemos de plantearnos es para qué se va a utilizar. No es lo mismo obtener una ortofoto sobre la que después se va a procesar un modelo digital del terreno que será la base cartográfica sobre la que se diseñará un proyecto de ingeniería civil o arquitectura, que otro tipo de trabajos como forestales o agrícolas, en los que la precisión en la geometría final no es tan trascendental como en el primer caso.